Ámate: 5 pensamientos para ser más feliz
Ámate: 5 pensamientos para ser más feliz
By: Olga Castañeda | Feb. 23, 2015
Cuando hablamos de amor, pensamos en la emoción dirigida hacia otra persona, ya sean padres, hijos, amigos o pareja.
Acabamos de despedirnos de San Valentín; con sus rosas, sus corazones, sus globos rojos, sus tartas, sus caros regalos, sus invitaciones a cenas románticas o a escapadas para dos…. Pero se acabó. Llega el amor hacia uno mismo. La base de todo el amor. Porque de nada sirve decir ‘Te Quiero’ a otras personas si no entendemos que, para amar de verdad, hay que empezar por amarse a uno mismo. Solo así, entenderemos el sentido más puro y real del significado de la palabra amar: Amándote a ti, entenderás la grandeza del amor.
Desde AOMM.TV, te invitamos a que tomes conciencia de ti. A que te cuides. Te respetes. Te mimes. Te conozcas. Te liberes del estrés y de tus miedos… A que te ames de verdad para amar a los demás.
Con estos pensamientos cultivaremos una actitud más positiva ante la vida y nos construiremos un entorno vital de bienestar:
1º “ESTO, TAMBIÉN PASARÁ”
Cuando estamos pasando por una situación complicada o estamos atravesando una emoción desagradable, la vida puede parecernos desalentadora, sin esperanza, como si los malos momentos fueran a durar para siempre. Cuando la vida nos golpea con una ruptura, con la pérdida de un ser querido, con un despido laboral… hemos de ser conscientes de que ese momento pasará. Este pensamiento nos crea el espacio suficiente para ver la luz al final del túnel.
2º “HAY UNA PARTE POSITIVA DE CADA SITUACIÓN”
Cambiar la perspectiva puede hacer verdaderos milagros con nuestro estado de ánimo y el de los que nos rodean. Para todas las situaciones hay un lado positivo. Sí, hasta ese recado que te han pedido hacer dónde ni siquiera conoces el camino, puede ser una ocasión perfecta para desarrollar nuestro espíritu aventurero y conocer nuevos caminos. Alejemos las nubes oscuras de la tormenta y redescubramos el despejado cielo azul que nos está esperando debajo.
3º “NO ESTOY SOLO”
Es muy normal hundirnos en los profundos y oscuros sitios de nuestra mente y apegarnos con facilidad a la pena enorme que nos da nuestra vida y las situaciones dolorosas. Pero hemos de entrenarnos para no aferrarnos a esos estados a los que nuestra mente tiende a apegarse. Es fácil sentirse abrumado por el dolor, y es todavía más fácil sentirse como si fuésemos los únicos que sufrimos en este mundo. Sin embargo, cuando conseguimos vernos como parte de una comunidad de personas que viven, se ríen y lloran igual que nosotros, nuestros males parecen menos males…
4º “LAS DEMÁS PERSONAS TAMBIÉN ME NECESITAN”
Otro pensamiento muy tentador en el que nuestra mente se suele envolver, casi con regodeo, es en juzgar y valorar muy negativamente al resto de las personas, cuando nos sentimos heridos o decepcionados. Perdemos la perspectiva de la realidad cuando alguien nos hace daño o simplemente ha cometido un error, castigándola duramente con nuestros juicios, olvidándonos de que esa persona también sufre, tiene miedos e inseguridades y también desea ser feliz. Cultivemos una actitud compasiva con los demás, seamos el estandarte en el que los demás puedan apoyarse para ser más felices.
5º “NO PASA NADA POR NO HACER NADA…”
Uno de los pensamientos que más nos entristece, nos agobia, nos enfada… es que no podemos bajar el ritmo, no podemos dejar de hacer cosas, porque si no en este mundo frenético dónde la vida lleva una velocidad de vértigo nos acabará pasando por encima y no podremos alcanzar los incentivos y remuneraciones prometidas, el ascenso laboral o la casa en la montaña… ¡Ni mucho más lejos! Dejemos de HACER para empezar a SER.
Respira.
Necesitamos este recordatorio constante. Debemos enfocarnos en una cosa cada vez y tratar de envolver ese momento con atención y presencia. Sin respirar conscientemente nuestra vida se volverá compleja y llena de ansiedad y confusión. Hagamos de nuestro día una meditación en movimiento.
A todos os deseamos desde Aomm.tv que os améis con pasión.
Namasté.
El impacto del Auto-Conocimiento durante la Maternidad
La maternidad es un portal de iniciación, no importa cuántas veces lo atravesemos. A partir de la primera gestación, toda nuestra vida se revoluciona. Nuestras prioridades cambian y nuestro mundo se pone de cabeza.
¿Cómo podemos aprovechar esto para nuestro crecimiento personal?
Es que lo que se avecina, posiblemente sea una crisis de identidad. A partir de esta gestación, nos estamos transformando por dentro y por fuera. Vemos cambios y queremos tener certezas, control, pero muchas veces, esta etapa es de lo más incierta y donde nos trae el regalo de aprender a confiar en la vida, la naturaleza y, sobre todo, en nosotras mismas.
Esta transformación nos invita a reflexionar y a flexibilizar todas nuestras creencias acerca de cómo queremos ser para nuestra decendencia. Lo más probable es que cuando tengamos en brazos a esa criaturita, al mirarle a los ojos, nos veamos en un espejo profundo y lleno de incertidumbre.
Entender nuevos roles, nuevas prioridades, re-acomodar nuestros valores, darnos tiempo para atravesar esa crisis de identidad, que muchas veces se presenta y que claro, es muy lógica. A partir de allí, pensar en ¿Quién estoy siendo? y ¿qué madre quiero ser?, puede abrirnos la puerta a un crecimiento personal exponencial y nos permitirá vivir la Crianza y Educación Consciente.
Te compartimos ésta meditación guiada con Emy Shanty para reencontrarte con la memoria de tu verdadera naturaleza, la conexión con la Fuente Inagotable de Vida, con el Poder Infinito que Crea y da Vida a toda la Existencia.
Disponible en Gaia
Continúa…
¡Quiero ser una buena madre!
Muchas veces cuesta volver a encontrar el nuevo punto de equilibrio, es que con todas las exigencias que presionan a la gestante y en medio de toda esa revolución interior, debemos hacernos cargo de nuestros cambios físicos, psíquicos y emocionales, de tener todo lo necesario para esa cría, e incluso, muchísimas veces nos hacemos cargo de las exigencias de nuestro entorno o sociedad que nos marcan el sendero de cómo debiéramos ser y hacer.
Todas queremos ser consideradas buenas madres, nos criaron y educaron de esa forma, pero ¿qué es exactamente ser una buena madre?
¿Tener todo lo más moderno? ¿Comportarme de tal manera? ¿Traerlo al mundo por parto natural? ¿Estar presente 24×7? ¿Darle pecho? ¿Hacer colecho? ¿Estar piel con piel la mayor cantidad de tiempo posible? ¿Portearlo? La realidad es que nada de esto asegura “ser una buena madre”.
Suena imposible no terminar agotadas y entre todas esas exigencias sociales, entender el torbellino de emociones que nos atraviesan como si nada y muchas veces se quedan con nosotras por un largo tiempo.
Ser una “buena madre” dependerá siempre de los ojos de quien juzgue y aquí es donde entra la gran oportunidad de Conectar con nosotras mismas, con nuestra compasión, nuestro amor propio, lo que queremos, nuestros valores, nuestros nuevos roles, corrernos de ese lugar exclusivo de hija para dar lugar a descubrir nuestra forma de maternar.
Aquí te compartimos el trailer del documental E-motion disponible en Gaia/ Imagina un mundo donde las emociones atrapadas, los miedos, las ansiedades y las experiencias no procesadas de la vida retenidas en nuestro cuerpo son la fuente de todo lo que nos aflige. E-Motion crea nuevos paradigmas en la forma en que abordamos nuestra salud.
Continúa…
Ser “una buena madre” para nuestra cría, implica darnos el tiempo y espacio para conocerla, conocer nuestro binomio, nuestro vinculo, auto conocernos, nuestros ciclos, nuestros tiempos, las particularidades de cada uno y el poder darle lo que este ser en particular necesita, así como aprender a darnos a nosotras lo que necesitamos.
Me gustaría compartirte algunos tips para que puedas poner en práctica los que resuenen contigo:
- Aceptar cada etapa en la maternidad:
Al principio, puede dar muchísimo miedo, euforia, ansiedad, tristeza. Cada etapa de la gestación, parto, post parto y crianza, tendrá una serie de características que, según tus creencias y tu identidad, podrá resultarte más o menos desafiante.
Cada estado es válido y simplemente traen información de como estas procesando estos cambios en tu interior. La aceptación de cada etapa es necesaria para que puedas atravesarlo desde el desapego al estado presente y puedas integrar la actualización de tu versión.
- Gestionar adecuadamente tus emociones:
Comprender qué estas sintiendo en cada etapa y qué haces con eso que te sucede, puede hacer una gran diferencia.
Regístralos, respíralos, hazles lugar y quizás puedas identificar cual es la mejor forma de gestionar esa energía interior: llorarla, escribirla, bailarla, hablar con alguien que te escuche sin querer imponer su punto de vista, habitarla y permitirte dejarla ir.
Puede que, en la etapa de gestación o incluso en la crianza, afloren cuestiones de tu propio pasado. Cada conflicto es una oportunidad de sanar eso que tengas pendiente. Abrázate y dale lugar a trabajarlos conscientemente.
Puede ayudarte la práctica de meditación o de mindfulness, para estar presente en cada estado que atravieses y transformarte con ellos
- Atender qué tipos de pensamientos son los que generalmente tienes:
Para esto, es necesario practicar la presencia, la atención al presente y registrar como te estas sintiendo puede darte información muy clara de qué clase de pensamientos estas teniendo.
¿Son de amor, confianza, empoderamiento, compasión? ¿O vienen desde el miedo, la desconexión, las viejas creencias que ya no van con quien estas siendo?
Regístralos para que, si lo necesitas, puedas cambiarlos desde el lenguaje.
Puedes ayudarte con mantras o música que te transmita mensajes positivos.
- Aceptar que lo único permanente en la vida, es el cambio:
Es muy común que en este trabajo de autoconocimiento, te des cuenta que ya no quieres ciertas cosas y empiezas a descubrir nuevas que van mas con esta nueva forma de pensar que trajo la revolución de la maternidad.
Acepta que puedes cambiar con fluidez y alegría, actualizando el software de tu mente y alienándote con nuevas acciones acorde a esas nuevas creencias.
- Aprender a trabajar en equipo:
Muchas veces queremos abarcarlo todo y eso nos genera mayor exigencia y estrés.
A su vez, si hay compañeros de crianza, puede que esto sea contraproducente para toda la familia, no dar ese espacio y sentimiento de co-creación.
Delega aquello que puedas: quehaceres de la casa, ocuparse de la comida, la hora del baño, etc y date la oportunidad de rediseñar tus rutinas acordes a lo que necesites en cada etapa.
Si tienes oportunidad de generar redes para “criar en tribu” (puede ser familia extendida, amigos de mucha confianza), aprende a fluir con la ayuda que te ofrezcan y agradécela (no la niegues), dándole lugar para que puedan ser partícipes de tu sostén físico, emocional y psíquico.
Mas adelante, cuando tu bebé crezca, también dar lugar a que pueda generar su propia relación genuina y que se conozcan auténticamente, será primordial para el buen funcionamiento de la familia y nuestra salud integral.
- Aprender de los errores:
Y esto básicamente, es aceptar que, en un nuevo rol, siempre hay aprendizajes. Los errores son parte de la vida, al actuar, podemos cometerlos, pero siempre podemos capitalizar esa experiencia.
Preguntarte ¿Qué puedo aprender de esto? y la próxima vez, ¿cómo podría hacerlo diferente? Puede darte herramientas para mejorar día a día.
Estos tips te ayudaran a Volver a conectar contigo, desde quien estas siendo hoy para acompañar, criar y educar a este ser que te eligió para su evolución personal. Mientras más te conozcas, más amor, respeto y libertad podrás brindarte y descubrir el Ser quien en verdad viniste a Ser.