Aumenta tus defensas con yoga
Aumenta tus defensas con yoga
Por: Cristina Herrero Puig | Jan. 20, 2014
Las bajas temperaturas y las primeras nevadas nos recuerdan la proximidad del invierno. Es buen momento para fortalecer nuestro sistema inmunológico y evitar así constipados y molestas infecciones que nos visitan estos meses.
El Yoga resulta ser una excelente práctica a la hora de fortalecer nuestro sistema inmune, lo cual es beneficioso no sólo a la hora de combatir o incluso evitar trastornos leves como catarros, gripes o infecciones de garganta, sino también para contrarrestar los efectos de un sistema desequilibrado y sus consecuencias a más largo plazo, que pueden ser alergias, psoriasis, esclerosis y demás enfermedades autoinmunes.
Ya conocemos la eficacia del Yoga a la hora de reducir el estrés, y cada vez está más aceptada la relación entre la exposición prolongada a factores causantes de estrés y el padecimiento de un gran número de enfermedades y dolencias de lo más variadas. No es extraño acudir al médico para tratar una dolencia concreta y que éste nos pregunte si hemos estado sometidos a estrés últimamente.
Efectivamente, el sistema inmunitario y el sistema nervioso central están íntimamente conectados. Estudios científicos realizados en el campo de la psiconeuroinmunología han demostrado que existe un punto de reunión en donde el sistema nervioso autónomo se comunica directamente con el sistema inmunológico. Las células del sistema inmunológico (linfocitos) viajan por el torrente sanguíneo a través de todo el organismo. Cuando se encuentran con células que reconocen las dejan en paz, pero si se topan con células que no reconocen, las atacan. Esto nos defiende contra los virus y las bacterias. A veces sucede que las células del sistema inmune no logran reconocer algunas células del propio organismo y las ataca, creando así una enfermedad autoinmune. Las células del sistema inmunitario son producidas, maduradas y almacenadas en varios órganos:
Médula ósea. Para que la médula ósea pueda producir los linfocitos es necesario que se produzca una constante y correcta oxigenación, de ahí la importancia de re-aprender a respirar y los ejercicios de “pranayama.”
El timo. Es una glándula situada detrás del esternón. Es uno de los pilares de nuestro sistema inmunológico, directamente relacionado con la conciencia, los sentidos y el lenguaje. El timo se agranda cuando estamos alegres y se encoje cuando sentimos estrés o enfermamos. De hecho en las autopsias suele aparecer encogido. Las asanas de “apertura de pecho” son excelentes para activar el timo (Bujangasana, Dhanurasana“, “Ustrasana“, Setu bhanda, “Urdhva Mukha Svanasana“). Además, existe una estrecha relación entre la música, los mantras y el sistema endocrino. Concretamente el sonido “Aaaa” tiene el poder de hacer vibrar el timo y mantenerlo activo durante toda la vida.
El bazo. Es un órgano vital situado en la parte superior izquierda de la cavidad abdominal. Sus funciones van desde la filtración de la sangre, participación en la absorción de los nutrientes de los alimentos, hasta ser el lugar de maduración y almacenamiento de los linfocitos. Las posturas de Yoga que comprimen y masajean el bazo son beneficiosas para mantenerlo en buen estado de funcionamiento: torsiones profunda como “Ardha Matsyendrasana“, asanas de flexión lateral y oblicua hacia el lado izquierdo como “Trikonasana”, “Janu sirsasana”, “Parsvottanasana”).
Un excelente ejercicio que favorece el sistema inmunológico es Suryanamaskar o “Saludo al Sol, ya que combina extensiones de pecho que activan el timo, y las flexiones para masajear los órganos internos con una respiración acompasada con el movimiento.
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Yoga en la menopausia
Es sabido que el yoga tiene grandes beneficios para el cuerpo y para la mente, pero ¿sabías que también puede ayudarte a reducir los síntomas en la menopausia?
La menopausia es el período tras el cual los ovarios han dejado de liberar óvulos, descienden los niveles de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona, cesa la menstruación y ya no se pueden tener hijos. La perimenopausia es la fase de transición, en la que los periodos suelen ser irregulares. Durante estas dos etapas es común experimentar cambios de humor y síntomas como sofocos, sequedad vaginal y problemas de memoria. Los síntomas y la forma de vivirlo varían mucho de una mujer a otra.
Las mujeres en edad de menopausia suelen encontrarse en una etapa de su vida de mucho estrés debido a la cantidad de responsabilidades, ocuparse del trabajo, cuidar de los hijos, atender a los padres ancianos. Si además se suman acontecimientos de mayor gravedad, como enfermedades graves o muerte de algún familiar, problemas económicos… el estrés puede duplicarse.
El estrés es un factor agravante de los síntomas de la menopausia (al igual que de muchas dolencias y enfermedades). Reducir el estrés se considera un elemento muy útil para combatir los sofocos y los cambios de humor. El papel del yoga en la reducción del estrés es innegable, tanto la práctica de asanas (posturas), como el pranayama (respiración), las posturas de yoga restaurativo y la meditación son especialmente útiles en la reducción del estrés.
El yoga puede evitar otros problemas de la menopausia y los años posteriores: la debilidad de los huesos. De nuevo reducir el estrés es factor clave en el fortalecimiento de los huesos. La tensión mental eleva los niveles de la hormona del estrés cortisol, lo que contribuye a la pérdida de calcio de los huesos. Además, las posturas de yoga en las que se carga el peso sobre partes del cuerpo que no son las habituales, como las manos o los hombros, contribuye a fortalecer sus huesos.
Practicar yoga también fortalece la musculatura corporal y mejora el sentido del equilibrio, lo que disminuye el riesgo de sufrir caídas, con las consiguientes lesiones.
La menopausia es una época de cambios. Es duro pasar por ella porque significa que te estás haciendo mayor. La negación, la ira y la resistencia son comunes en esta época de la vida. El yoga nos ayuda a afrontar los cambios con aceptación y gratitud.