Claves para hacer Bhujangasana
Claves para hacer Bhujangasana
By: Gaia Staff | Oct. 09, 2015
La postura de la cobra, Bhujangasana, es una de las posturas más conocidas del yoga. En este artículo tenéis la ficha completa de esta fantástica extensión de columna para que conozcáis bien en qué consiste.
Pero dada la relevancia de esta postura, incluida en los vinyasas y la secuecia del saludo al sol, consideramos fundamental dedicarle un artículo especial en el que podremos conocer las claves específicas para realizarla correctamente, ya que existe mucha confusión con la postura del perro mirando hacia arriba, Urdhva Mukha Svanasana, a la que también dedicaremos un apartado especial.
¿Estás preparado? Empezamos:
1º Para prepararla: podemos hacer antes la postura de la langosta ( Shalabasana).
2º La mirada: irá dirigida hacia el tercer ojo o punta de la nariz.
3º Para facilitarlo:
-Flexionamos las rodillas ligeramente, apoyándolas en el suelo.
-Podemos levantar más la cadera si percibimos molestias o dolor en el tercio inferior de la espalda.
4º Dependiendo del nivel físico del practicante, la postura de la cobra será más alta o más baja. Tenemos la tendencia a pensar que la postura de la cobra está mejor hecha cuánto más alto llevemos el pecho, sin embargo, esto es totalmente erróneo, ya que la postura estará bien hecha siempre que se respete la colocación del cuerpo: los hombros lejos de las orejas, los brazos, pegados a los costados…
5º El tiempo recomendable para mantener esta postura sería de 5 a 8 respiraciones, siempre y cuando nos sintamos bien y NO HAYA DOLOR.
*Es importante destacar que la postura la podemos hacer de manera estática, simplemente sosteniéndola y siguiendo el ritmo de nuestra respiración, o bien, de manera dinámica, inhalando al elevar el tronco, exhalando al descenderlo.
6º Una vez dentro de la postura nuestra mente ha de estar orientada en las sensaciones corporales, en la respiración reflejándose en cada zona del cuerpo dónde sintamos la extensión de columna.
7º La postura de la cobra entre sus efectos más destacados podríamos decir que es una postura rejuvenecedora, abre el cuerpo y disuelve la “mente de mono”.
8º Las contraposturas más adecuadas para compensar los efectos de Bhujangasana son: el perro mirando hacia el suelo ( Adho Mukha Svanasana) o la postura de la pinza ( Paschimottanasana)
Ahora la postura de la cobra se ve de otra manera, verdad? Si os apetece poner en práctica todo lo que hemos visto, os recomendamos esta práctica guiada por nuestra profesora Diana Naya “Flow Solar”
Os esperamos en Aomm.tv
Namaste.
La postura de la foto
Cuando abres un libro sobre yoga y comienzas a ojear las espectaculares imágenes de posturas ejecutadas por una mujer o un hombre con una anatomía maravillosa, cuya flexibilidad y tono muscular parecen perfectos, y totalmente adaptados a la exigencia del asana sin que eso parezca perturbar lo más mínimo sus expresiones de absoluta serenidad y armonía, es fácil pensar: ups, yo nunca conseguiré hacer algo así, el yoga no es para mí.
También escucho con frecuencia en las clases comentarios como: “claro, es que tú eres muy flexible”, o “¿crees que podré hacerlo como tú algún día?”; acompañados de una expresión de desánimo, o desilusión.
Mi pregunta es ¿por qué autolimitarte de entrada?
No me cansaré de recordar que la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio son condiciones que deben ser entrenadas, requieren dedicación, constancia y aún así, tal vez no llegues nunca a hacer algunas posturas.
Vivimos en una sociedad que fomenta individuos competitivos. Nos educan para obtener unos resultados óptimos, ya sea éxito escolar, profesional, familiar, o social. Es una secuencia en la que fácilmente se pierde la capacidad de disfrutar del proceso, de lo que compone la vida día a día. Si no obtenemos la recompensa que creemos merecer caemos en lagunas de frustración difíciles de manejar, tirando la toalla con proyectos, acomodándonos en actitudes conformistas, o entrando en estados de depresión.
Todo se traslada después a la esterilla como una gran metáfora.
Estamos acostumbrados a hacer una previsión de resultados y los queremos ya. Se pretende ser flexible sin haber dedicado nunca ni diez minutos a estirar en serio después de haber practicado deporte; queremos estar fuertes por el hecho de pisar el suelo del gimnasio; tener la espalda bien a pesar de tener malas posturas en el trabajo; dominar la respiración porque se tiene nariz y hacer posturas estéticamente ejemplares.
El yoga te pone de frente tu realidad física y mental. Cuando empiezas a soltar la columna, a comprobar tus límites anatómicos y a entender que tu cuerpo va a responder a su propio ritmo y no como tu competidor interior te exige, puede haber desconcierto y asoma la frustración con toda su caballería.
Este fenómeno lo llamo “la postura de la foto”. Es la postura que tenemos todos en la cabeza, el ideal del resultado en la apariencia. Lo que te falta por saber es que ese ideal es tan solo una referencia, lo que marca una dirección a seguir y nada más.
Es bueno tenerla presente pero restándole el factor competitivo que nos ha dejado la educación deportiva tradicional, en lo que se refiere a la práctica de disciplinas físicas. Me gusta la idea de rescatar la clásica expresión ¡lo importante es participar!
A veces también es sano olvidarse de la postura y simplemente sentir. Lo que importa es hacerla sin más y transitar por ella para ver qué ocurre, pues no importa tu edad, condición física, o las lesiones que tengas, ya que el yoga es infinitamente flexible no porque trabaje la elasticidad, sino porque es completamente adaptable a ti, seas como seas y estés como estés.
Finalmente puede que tu asana no se parezca nada a la postura de la foto, pero será tan beneficiosa y válida como la de un contorsionista de India.
Entonces la práctica cobra un matiz más profundo en el que esa imagen de referencia está ahí pero no te condiciona y poco a poco va emergiendo tu propia postura. Quizá sea menos bonita que la del libro, menos expresiva que la de la profesora, pero desafiante y tonificante, con el tiempo también relajante y deliciosa.
Y un buen día te das cuenta de que el de la postura de la foto eres tú.
Namaste.
Si estás dispuesto a empezar a hacer yoga o te apetece profundizar en su práctica, seguro que en aomm.tv encontrarás la clase perfecta para hoy.