¿Dolor de cuello en la clase de pilates?

¿Dolor de cuello en la clase de pilates?
By: Karol Tamayo | Mar. 31, 2016
Es frecuente en las primeras sesiones de la práctica de Pilates sentir molestias, incluso dolor de cuello y/o cervicales. Lo más habitual es que esto suceda en los ejercicios que implican una flexión cráneo-cervical y dorsal, cuando la parte alta del tronco se eleva del suelo (como al hacer un abdominal clásico) movimiento que se realiza principalmente en la serie abdominal, tan exigente dentro del Método Pilates.
Esta tensión se debe a la incorrecta posición de nuestra cervical, que hace que “aguante” la cabeza durante un periodo más o menos largo sin ningún tipo de apoyo, quedando mal colocada y recurriendo a esos músculos flexores del cuello, incrementando esa molestia.
En muchas ocasiones la carencia de fuerza en nuestro ‘power-house’ hace que canalicemos la energía y la intensidad del ejercicio hacia músculos innecesarios que compensan esas debilidades. La solución más eficaz, hasta llegar a nuestro objetivo, es dejar la cabeza apoyada en el mat, realizando el movimiento de piernas y brazos correspondiente o manteniendo esa flexión pero con nuestras manos apoyadas detrás del occipital, no de la nuca.
Uno de los movimientos perteneciente a la serie de los Principios de Pilates es el Head Nods, movimiento de “asentimiento”, es decir que “sí” con la cabeza, una pequeña flexión cráneo cervical que libere la parte posterior del cuello y sitúe a nuestra cabeza en una posición cómoda para nuestro cuello y cervical.
Como referencia, estaría bien que tomásemos la medida de nuestro puño, entre la barbilla y el esternón (podemos imaginar un huevo crudo que sujetamos entre esas dos partes y que no queremos que se nos caiga pero tampoco queremos aplastarlo), y desde esta posición nos sentiremos mas cómodos durante la clase, pero sin olvidar que el cuello hay que fortalecerlo, es una parte más de nuestro cuerpo con músculos que debemos de entrenar. Démosle tiempo al Head Nod y ¡¡¡A seguir disfrutando de Pilates!!!
Si tienes dolor de cuello o de espalda de forma habitual y no quieres renunciar a tu práctica de pilates, te recomendamos que busques una práctica adaptada para ti en este enlace.
Enfocando y calmando la mente

Una de los primeros efectos que notamos cuando incluimos el yoga en nuestra vida, es la sensación de tener más calma mental y un enfoque más claro de nuestros pensamientos. Es como si todo fuese más lento y apreciásemos todo con más profundidad.
No obstante, en la era en la que vivimos, repleta de información, ruido, e inevitables preocupaciones, podemos notar a menudo demasiada actividad mental, cosa que puede afectarnos negativamente a nuestra vida.
El exceso de pensamientos y preocupaciones nos quitan “prana” o energía vital.
A parte de una práctica continuada de meditación, es fundamental prestarle atención a nuestra alimentación y a nuestro estilo de vida.
Desde mi experiencia, he podido notar innumerables veces, que según los alimentos que he ingerido luego mi meditación y mi estado mental se ha visto afectado.