Drishtis: cuando la mirada lleva más de mil palabras
Drishtis: cuando la mirada lleva más de mil palabras
By: Gaia Staff | Mar. 24, 2015
En la mayoría de las formas de Hatha Yoga, la mirada desempeña un papel fundamental en la correcta ejecución de cualquier postura. Estamos acostumbrados a asociar el yoga con respirar y cerrar los ojos para interiorizar mejor el ejercicio, sin embargo, hoy vamos a descubrir la importancia de la mirada para nuestra práctica.
¿QUÉ SON LOS DRISHTIS?
Los drishtis o miradas, hacen referencia a nueve direcciones o puntos hacia los que el yogui dirige los ojos mientras practica las asanas. Cada postura cuenta con su correspondiente drishti, cuya aplicación favorece el desarrollo de la conciencia, fortalece la concentración y con el tiempo, se aprende a controlar la mente.
EXISTEN NUEVE DRISHTIS:
1.- La punta de la nariz – Nasagrai drishti
2.- Los pulgares de las manos – Angushta drishti
3.- El tercer ojo – Brumadya drishti
4.- El ombligo – Nabi drishti
5.- Hacia arriba, al cielo, como si mirásemos al infinito – Urvda drishti
6.- Las manos – Hastagra drishti
7.- Los dedos de los pies – Padagra drishti
8 y 9.- La izquierda y la derecha – Parshva drishti
¿POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES PARA LA PRÁCTICA DE YOGA?
Si nuestra vista queda enganchada al mundo visual externo que nos rodea: en los movimientos de la persona de enfrente, en las formas de nuestras uñas o en lo que sucede más allá de la ventana… nuestra atención se ve secuestrada y el resultado de la práctica puede ser más agotador y extenuante, que una auténtica experiencia revitalizadora.
-Un drishti puede ayudarnos a alcanzar la concentración y la calma, por lo que el drishti de cada postura resulta esencial para comprender la asana misma, sin un punto al que dirigir la mirada, la postura está incompleta.
-Los drishtis también cuentan con un componente anatómico muy importante. Por ejemplo: miramos hacia la punta de los pies en la mayoría de las flexiones hacia delante en posición sentado, lo que nos invita a alargar la parte frontal del cuerpo más que si mirásemos hacia el ombligo, lo que nos haría redondear la espalda.
-La mirada debe ser relajada y ligera, con cierta perspectiva, como si mirásemos a través del objeto al que dirigimos los ojos. La acción de mirar no es una imposición de la mente a los ojos, los drishtis tienen la finalidad de contribuir a disminuir la tensión, no a crearla.
¿SE PUEDEN HACER POSTURAS CON LOS OJOS CERRADOS?
Lo que percibimos por el sentido de la vista atrae gran parte de nuestra atención, así que, con el fin de comprender mejor cuánta de nuestra energía dedicamos a los ojos y al mundo visual, es realmente estimulante, experimentar algunas posturas con los ojos cerrados. Sin información visual que procesar, nuestros ojos se relajan y consiguen liberar gran cantidad de energía que podemos utilizar en la postura. Además, el estar con los ojos cerrados permite mantener una postura por más tiempo, siempre que no necesitemos la información visual para hacer el ejercicio, como en las posturas de equilibrio.
Esperamos que este nuevo componente os ayude a partir de ahora en vuestra práctica, si quieréis empezar a practicar lo que hemos aprendido, os proponemos esta práctica guiada por nuestra profesora Harmony Hannigan “Donde anida la mente”
Únete a Aomm.tv, te esperamos.
En la mayoría de las formas de Hatha Yoga, la mirada desempeña un papel fundamental en la correcta ejecución de cualquier postura. Estamos acostumbrados a asociar el yoga con respirar y cerrar los ojos para interiorizar mejor el ejercicio, sin embargo, hoy vamos a descubrir la importancia de la mirada para nuestra práctica.
¿QUÉ SON LOS DRISHTIS?
Los drishtis o miradas, hacen referencia a nueve direcciones o puntos hacia los que el yogui dirige los ojos mientras practica las asanas. Cada postura cuenta con su correspondiente drishti, cuya aplicación favorece el desarrollo de la conciencia, fortalece la concentración y con el tiempo, se aprende a controlar la mente.
EXISTEN NUEVE DRISHTIS:
1.- La punta de la nariz – Nasagrai drishti
2.- Los pulgares de las manos – Angushta drishti
3.- El tercer ojo – Brumadya drishti
4.- El ombligo – Nabi drishti
5.- Hacia arriba, al cielo, como si mirásemos al infinito – Urvda drishti
6.- Las manos – Hastagra drishti
7.- Los dedos de los pies – Padagra drishti
8 y 9.- La izquierda y la derecha – Parshva drishti
¿POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES PARA LA PRÁCTICA DE YOGA?
Si nuestra vista queda enganchada al mundo visual externo que nos rodea: en los movimientos de la persona de enfrente, en las formas de nuestras uñas o en lo que sucede más allá de la ventana… nuestra atención se ve secuestrada y el resultado de la práctica puede ser más agotador y extenuante, que una auténtica experiencia revitalizadora.
-Un drishti puede ayudarnos a alcanzar la concentración y la calma, por lo que el drishti de cada postura resulta esencial para comprender la asana misma, sin un punto al que dirigir la mirada, la postura está incompleta.
-Los drishtis también cuentan con un componente anatómico muy importante. Por ejemplo: miramos hacia la punta de los pies en la mayoría de las flexiones hacia delante en posición sentado, lo que nos invita a alargar la parte frontal del cuerpo más que si mirásemos hacia el ombligo, lo que nos haría redondear la espalda.
-La mirada debe ser relajada y ligera, con cierta perspectiva, como si mirásemos a través del objeto al que dirigimos los ojos. La acción de mirar no es una imposición de la mente a los ojos, los drishtis tienen la finalidad de contribuir a disminuir la tensión, no a crearla.
¿SE PUEDEN HACER POSTURAS CON LOS OJOS CERRADOS?
Lo que percibimos por el sentido de la vista atrae gran parte de nuestra atención, así que, con el fin de comprender mejor cuánta de nuestra energía dedicamos a los ojos y al mundo visual, es realmente estimulante, experimentar algunas posturas con los ojos cerrados. Sin información visual que procesar, nuestros ojos se relajan y consiguen liberar gran cantidad de energía que podemos utilizar en la postura. Además, el estar con los ojos cerrados permite mantener una postura por más tiempo, siempre que no necesitemos la información visual para hacer el ejercicio, como en las posturas de equilibrio.
Esperamos que este nuevo componente os ayude a partir de ahora en vuestra práctica, si quieréis empezar a practicar lo que hemos aprendido, os proponemos esta práctica guiada por nuestra profesora Harmony Hannigan “Donde anida la mente”
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