La importancia de dormir bien
La importancia de dormir bien
Por: Olga Castañeda | Apr. 09, 2013
Tan simple, tan básico, tan natural y sin embargo… ¡cuánta falta nos hace! Con el frenético ritmo de vida que llevamos, el sueño es uno de los factores más necesarios para poder seguir este ritmo, así como la alimentación o el ejercicio físico; sin embargo, muchas veces es lo que más falta nos hace: un placentero, relajado y reconfortante sueño de 8 horas.
No todas las personas necesitan dormir las mismas horas, está claro. De hecho los patrones del sueño varían según la edad de la persona: en la infancia se necesitan alrededor de 14-16 horas, en la adolescencia algo más de 9 y en la edad adulta aproximadamente 8. Con menos horas de descanso estaremos acarreando un cansancio totalmente innecesario. Si establecemos prioridades, siendo el dormir bien una de ellas, podremos alcanzar todo lo que nos propongamos.
Duérmete porque…
En el sistema nervioso:
Ayuda a conservar la integridad del circuito neuronal implicado en la memoria y el aprendizaje.
En el sistema inmunitario:
Fortalece las defensas del organismo y aumenta la resistencia de nuestro cuerpo a las enfermedades.
En la circulación sanguínea:
Se realiza un menor esfuerzo que durante el día. La posición vertical hace que al cuerpo le cueste mucho más enviar la sangre al corazón que cuando estamos acostados. La presión arterial es menor durante el sueño.
En los músculos y huesos:
Suelen ser objeto de rigideces, malas posturas o dolor. Con el sueño se liberan de la tensión acumulada durante el día, lo que produce un gran alivio.
En el metabolismo:
Disminuye el gasto energético y este ahorro de energía se utiliza en funciones reparadoras internas. Recientes estudios han demostrado que no descansar bien dificulta la pérdida de grasa…
En la respiración:
Se hace más lenta y más profunda haciendo que el cuerpo y las células se oxigenen correctamente.
En el corazón:
La frecuencia cardíaca es más lenta y los tejidos y células coronarias se benefician de la acción reparadora que se produce por la liberación de la hormona de crecimiento y la melatonina.
En la piel:
Quizás es el tejido que más se beneficia. La piel de la cara en donde más se refleja el cansancio de todo el día, recupera la salud y frescura tras el sueño reparador. La Bella Durmiente por algo es tan bella… no?
En la actividad cerebral:
Se liberan emociones inconscientes que de otro modo quedarían reprimidas y podrían resultar perjudiciales. Los sueños también permiten reelaborar las experiencias y emociones vividas durante el día y convertir esas impresiones en recuerdos más permanentes, reorganizando nuestros pensamientos y permitiéndonos ordenar mejor nuestra vida.
Además, numerosos estudios indican que las personas que duermen más y mejor son más felices…
Yoga para dormir bien
El insomnio es uno de los males que más suele afectar a la población, junto con los dolores de espalda y cuello, patologías, todas ellas, muy ligadas al estrés y la ansiedad que el vertiginoso ritmo de vida moderno provoca en las personas. Pero disponemos de nuestra mejor herramienta para vencer al insomnio y a todas las afecciones asociadas a él: la práctica regular de yoga.
Las mejores posturas de yoga para dormir bien son las invertidas, las de flexión hacia delante, la del niño (balasana) o la del cadáver (savasana). Entre ellas vamos a destacar estas cinco:
1-. JANUSIRSASANA (Postura de la cabeza y la rodilla)
Doblamos la rodilla derecha y colocamos la planta del pie debajo del muslo izquierdo mientras apoyamos la rodilla en el suelo. Si no llegamos a apoyar la rodilla en el suelo, podemos utilizar un almohadón. Inhalamos y estiramos la espalda, exhalamos mientras nos flexionamos hacia delante estirando ambos brazos y manteniendo la espalda y el cuello estirados. Nos concentramos en la respiración profunda. Sostenemos entre 30 segundos y un minuto y cambiamos de pierna.