La importancia del calentamiento en pilates
La importancia del calentamiento en pilates
By: Gaia Staff | Oct. 20, 2014
La importancia de ser puntual en cualquier actividad que realicemos, es evidente: llegar tarde a una cita o a una reunión laboral, puede transmitir falta de profesionalidad; llegar tarde a un evento familiar o social importante, podría ofender a los anfitriones; llegar tarde a una clase de pilates puede hacer que la práctica sea pobre e insuficiente, al perder una parte de la sesión esencial: la preparación del cuerpo y de la mente, la conciencia corporal.
Los diez primeros minutos de clase son imprescindibles para que el resto de la práctica sea satisfactoria. Como ocurre con el yoga, el Método Pilates es una disciplina cuerpo&mente, lleva en sus principios fundamentales la conciencia corporal y, para desarrollarla eficazmente, es necesario darle tiempo.
Es precisamente este enfoque, cuerpo&mente, lo que diferencia a pilates de otras formas de entrenamiento. Aprender bien los principios del Método, los ajustes corporales y la respiración torácica, será básico para obtener el máximo rendimiento y aprovechar todos sus beneficios.
Durante este ‘calentamiento de la conciencia’ ocurre todo esto:
1º-Permitimos ‘pararnos’: cuando nos tumbamos en el MAT, nos sentamos en el fitball, o nos colocamos en el reformer, toda la actividad de nuestra jornada se ralentiza, dejamos a un lado las preocupaciones, las tareas y compromisos pendientes, enfocando nuestra atención en lo que vamos a hacer con nuestro cuerpo.
2º-Respiramos: una vez que la mente se ha centrado en el momento presente, toma conciencia del ritmo de la respiración natural y percibe el cuerpo en su totalidad: localiza posibles tensiones o bloqueos musculares, se hace consciente del peso y colocación del cuerpo en el espacio, etc.
3º-Ajustamos el cuerpo: aprender los principios es fundamental para aplicarlos correctamente. Es en este momento, cuando la mente está totalmente inmersa y concentrada en la práctica, cuando el cuerpo comienza a ‘ajustarse’:
-Profundizamos en la respiración torácica, llenando profundamente los pulmones y vaciándolos, sintiendo como si el esternón se derritiese.
-Activamos el ‘ powerhouse’: todos los músculos profundos del suelo pélvico y del abdomen se contraen, como si tuviésemos una especie de fajín o cinturón.
–Estabilizamos la cintura escapular, controlando que los hombros se coloquen hacia abajo y hacia atrás, lejos de las orejas, sintiendo el cuello largo alineado con la columna.
–Estabilizamos la zona lumbopélvica, notando los cambios de la pelvis cuando está en posición neutra o en imprint.
Esperamos que todas estas razones sean suficientes para que consideres la puntualidad a tu sesión de pilates. Si quieres disfrutar puntualmente de tu práctica, únete a la comunidad Aomm.tv
El sendero de Virya
El post de hoy está asociado a la segunda clase de mi nueva colección Sraddha, un conjunto de prácticas que no te puedes perder. Para diseñar esta clase me he inspirado en un concepto que se halla tanto en el ámbito hinduísta como el budista, VIRYA, traducido literalmente como fuerza, energía, vigor, valor, o ímpetu.
Estas cualidades están presentes en la práctica del Yoga, particularmente englobadas en la familia de las “asanas de fuerza”. La manifestación más obvia de este atributo es la física: un ejemplo es sostener la posición por largo tiempo, tener la musculatura bien definida y abordar mayor complejidad en la ejecución.
Pero este es solo un aspecto a tener en cuenta, porque la fuerza se construye siempre desde dentro hacia afuera, desde la actitud.
La manifestación más sutil de la fortaleza nace en el compromiso, que no es más que el acuerdo al que llegas contigo mismo a la hora de mejorar tu condición física y mental para comenzar a disfrutar de una vida más plena.