Migraña: curación con yoga y meditación
Migraña: curación con yoga y meditación
Por: Séfora Bermúdez González | 11 abril, 2017
La migraña es un síndrome (un conjunto de síntomas) provocados por una hipersensibilización cerebral.
Es frecuente sufrir fuertes dolores de cabeza, fotofobia, visión de luces parpadeantes (aura), fatiga y vómitos.
Para evitar llegar a desarrollar estos síntomas es vital conocer y relajar el cuerpo y la mente. Y para ello el yoga y la meditación son excelentes herramientas que te ayudaran a alejar las migrañas de tu vida.
Yoga
El yoga es un excelente ejercicio para los migrañosos, puesto que los ejercicios de alta intensidad pueden desencadenar una crisis.
De hecho, hay estudios que demuestran como las personas que realizaban yoga tenían menos crisis y menos dolorosas que aquellos que no practicaban.
Esta disciplina ataca los síntomas desde la prevención y te ayuda a ensanchar tus límites físicos y mentales.
Si los tratamientos convencionales no dan resultado, probar un enfoque alternativo puede abrirte las puertas de una vida sin dolor.
Son especialmente beneficiosas las posturas invertidas, de equilibrio y las torsiones, ya que nos provocan un aumento de la circulación sanguínea, liberando la tensión del cuerpo y dándonos un nuevo punto de vista vital.
Meditación
Las personas que tienen migraña son unas grandes amantes del control y precisamente esta disciplina tienen como objetivo todo lo contrario: el dejar ir.
La meditación te permitirá así dejar de centrarte en tu cuerpo y focalizarte en tu mente.
Las personas que sufren migraña tienen pensamientos ping-pong que rebotan una y otra vez dentro de su cabeza hasta que al final acaban desembocando en una dolorosa crisis.
Mediante visualizaciones, conciencia plena o contar las respiraciones se consigue parar esos pensamientos ping-pong antes de que acaben en un fuerte dolor.
Al igual que con el yoga existen estudios que demuestran que la meditación reduce la frecuencia del dolor de cabeza.
Si al finalizar tu sesión de yoga y meditación realizas unos ejercicios de pranayama (ejercicios de respiración) complementarás aún más sus beneficios. Ejercicios en los que se alternan las fosas nasales para inspirar y espirar mejorará la interconexión entre tus dos hemisferios cerebrales y te equilibrará.
Para dominar todas estas técnicas es muy necesaria la guía de un profesor experimentado. Si la falta de tiempo es tu excusa habitual con Gaia ya no te quedan motivos, ya que el único efecto secundario que puedes tener es la curación.
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Respira, suelta y sana
Esta meditación está basada en la técnica de Yoga Nidra, la cual significa Meditación para dormir. Usando este proceso natural de soltar y disipar la mente que ocurre al momento de dormir, entraremos en un profundo y prolongado estado de relajación sin esfuerzos. La belleza de esta meditación es que no hay necesidad de estar sentados o aguantar ninguna postura, simplemente reposando acostados lo mas cómodo posible, exploraremos todo el cuerpo dejando ir todos y cada uno de nuestros pensamientos. Lo único que te puede llegar a suceder es que te quedes dormido, si es así, no pasa nada, igual recibirás los beneficios de esta magnífica práctica, pero trataremos de mantenernos presentes, respirando en el aquí y ahora, alejando las distracciones y creando presencia y consciencia.
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La paz está en tu pulso
Si eres de los que no sabes cómo meditar, tienes problemas para hacer de la meditación una práctica diaria o simplemente quieres tener más paz mental, esta es una meditación muy simple que puedes utilizar en tu día a día para estar más calmado, tener más concentración, ser menos reactivo y tener relaciones más armoniosas.
Una forma fácil de comenzar a meditar es acceder a tu paz interior a través de tu pulso. Sólo meditando con tu propio pulso, puedes apaciguar tu mente, equilibrar tus hemisferios cerebrales y recalibrar tu sistema nervioso.
Esta meditación “Atención a la respiración” es claramente la forma perfecta para empezar.
Para esta meditación vamos a utilizar el mantra SAT NAAM que significa tu verdadera identidad.
Siéntate en una postura cómoda, preferiblemente en el suelo con los pies cruzados, la columna vertebral recta, los hombros relajados, el cuello recto y el mentón un poco hacia dentro.
Con los cuatro dedos de la mano derecha, siente el pulso de la mano izquierda. En cada latido de tu corazón, repite mentalmente el mantra de Sat Naam con los ojos ligeramente cerrados y enfocados en el tercer ojo (el espacio entre tus cejas).
Conecta con tu pulso, con tu energía y mantente realmente concentrado.
Se recomienda hacer esta meditación durante 11 minutos, pero con tan sólo 1 minuto ya puedes experimentar fantásticos beneficios.
Con esta simple meditación vas a poder desarrollar tu capacidad de concentración, controlar tus reacciones ante cualquier situación o persona y reconectar con tu paz interior en los momentos de mayor agitación y estrés.