Postura de yoga: Sukhasana con torsión
Postura de yoga: Sukhasana con torsión
Por: Gaia | May0. 08, 2014
Aunque hemos nombrado la postura como Sukhasana con torsión, se trata realmente de una torsión partiendo de la postura de sentado con las piernas cruzadas. Es necesario que la espalda esté bien erguida y derecha para hacer esta asana, lo que hace que cada practicante adopte la postura en la que se cumpla ésta condición. Puede ser Sukhasana o la postura fácil, “Siddhasana o la postura perfecta” o “Padmasana o la postura del loto.”
TÉCNICA
– Siéntate en el suelo con las piernas estiradas hacia el frente, y los isquiones bien apoyados en el suelo. La espalda erguida.
– Dobla la pierna izquierda y coloca el talón cerca del pubis. Opcionalmente puedes meter los dedos del pie bajo el muslo derecho.
– Ahora dobla la pierna derecha y déjala apoyada en el suelo, por delante de la otra. Si lo prefieres, puedes adoptar “Siddhasana ” o “Padmasana”.
– Apoya las manos en las rodillas manteniendo los hombros y los brazos relajados.
-Tomando una inhalación estírate hacia el cielo, haz como si quisieras crecer un par de centímetros. Exhalando comienza a girar tu tronco hacia la izquierda.
– Apoya ahora tu mano derecha en la rodilla izquierda y sujeta fuertemente. Este apoyo te ayudará a girar y a sostenerte en la postura. Pasa la mano izquierda por detrás de tu cintura como si la abrazases y quisieras llegar a la cadera derecha.
– Gira la cabeza hacia la izquierda todo lo que puedas, siempre manteniendo las cervicales en línea con el resto de la columna vertebral. Evita excesiva tensión en este giro.
– Mantén la postura en la inmovilidad, respirando profundamente, durante uno o dos minutos.
– Durante la siguiente inhalación vuelve a estirarte hacia arriba y exhalando regresa al centro. Repite toda la operación hacia el otro lado.
RECOMENDACIONES
– Puedes sentarte sobre un cojín para elevar un poco la pelvis.
– Tu columna debe estar erguida antes de comenzar la torsión. Si no es posible, no estás habituado a esta postura y estás muy incómodo, tal vez puedas cambiar esta asana por otra torsión como “Vakrasana ” en la que una pierna permanece estirada.
– Es de suma importancia el estiramiento inicial, antes de girar el tronco. De este modo las vértebras se separan ligeramente unas de otras y evitamos comprimir los discos. Debe hacerse también al deshacer la postura.
– Sujeta con fuerza la rodilla, pero sin tensión.
– Mantén los hombros hacia abajo y el cuello bien extendido.
– Si estás sentado en Padmasana o Arda Padmasana, la mano que pasa por detrás de la cintura irá a coger la punta del pie que está sobre el muslo. En este caso, deberás cambiar la posición de las piernas cuando cambies de lado. Cuando el tronco gira a la izquierda deberás poner por encima el pie izquierdo y viceversa.
– Respira confortablemente y mantén tu mente atenta a las sensaciones. En las posturas más cómodas es fácil que la mente se distraiga y divague.
BENEFICIOS
– Fortalece la musculatura que sostiene la columna vertebral.
– Aumenta la flexibilidad de la columna vertebral.
– Corrige desviaciones leves de la columna (cifosis, escoliosis).
– Proporciona un masaje a los órganos del abdomen y la pelvis.
– Aumenta la elasticidad de las articulaciones de las piernas.
– Incrementa la irrigación sanguínea en la pelvis, el abdomen y la región lumbar.
– Mejora la movilidad en la cintura escapular.
– Tonifica los nervios espinales y equilibra el funcionamiento del sistema nervioso simpático.
– Despeja las fosas nasales.
– Tiene un efecto sedante sobre el sistema nervioso.
6 Claves para hacer Kakasana
Las posturas de equilibrio sobre brazos para todo practicante de yoga suponen un gran reto que afrontar. En este artículo os contamos en detalle la postura del cuervo o Kakasana de la que hoy vamos a ver todas las claves para realizarla bien, paso a paso, hasta conseguir dominarla.
Es importante que recordemos que las posturas que más nos asustan o resisten son en las que más amor, compasión y paciencia debemos poner, siendo conscientes de que la postura final que alcancemos en cada práctica es la postura más perfecta que hay, porque es la respuesta de cómo se encuentra nuestro cuerpo en ese preciso momento, siendo ahí donde aceptamos con cariño nuestros límites.
Recordadas estas pautas esenciales para afrontar una postura de equilibrio, veamos las claves concretas para realizar Kakasana:
1º Podemos empezar desde la postura del perro boca abajo ( Adho Mucka Svanasana) para sentir la energía de los brazos, y desde ahí nos colocamos en cuclillas con las manos en el suelo, alineadas con los hombros, a unos 25 cm de los pies, separando bien los dedos, para establecer una base segura.
2º Colocamos las rodillas sobre los codos. Cuando ya están colocadas, vamos dejando caer el peso del cuerpo hacia delante.
*En este punto podemos facilitarlo trasladando el peso desde atrás hacia delante, desde los dedos de los pies a las palmas de las manos, como si nos balanceáramos.
3º No debemos estirar los brazos. Hemos de aprender a mantener el equilibrio corporal con los codos flexionados, y para ello, podemos ayudarnos de unos bloques bajo las manos.
4º Ahora, cuando ya empezamos a despegar los pies del suelo, hemos de crear estabilidad llevando el rostro hacia delante. Confiamos en el apoyo de los brazos.
5º Llevamos nuestra mirada hacia la punta de la nariz para lograr que la mente se calme, perdamos el miedo y nos ayude a concentrarnos mejor.
6º Si ya hemos conseguido sostener la postura durante un par de respiraciones pero nos caemos, tranquilamente lo podemos volver a intentar hasta lograr llegar a cinco o seis respiraciones. Si estamos muy fatigados, ese será el momento en el que debemos ser honrados y permitirnos un respiro hasta la próxima práctica.
Mucho ánimo y paciencia, con constancia todo es posible. Os proponemos esta práctica guiada por nuestra profesora Rina Jakubowicz donde nos acompaña, paso a paso, para enseñarnos Kakasana.
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