Postura de yoga: Uttanasana
Postura de yoga: Uttanasana
Por: Gaia | Apr. 22, 2014
“Ut” significa intencionalidad, intensidad. “Tan” significa estiramiento, extensión, alargamiento. En Uttanasana se produce un intenso estiramiento en la columna vertebral.
TÉCNICA DE LA POSTURA UTTANASANA
- De pie con los pies juntos y todo el cuerpo estirado, la coronilla orientada hacia el cielo. Toma aire y al exhalar ve inclinando el tronco hacia delante, comenzando la flexión desde la pelvis.
- Apoya los dedos de las manos en el suelo y estira la columna vertebral manteniendo la cabeza erguida.
- Lleva el peso del cuerpo un poco hacia los dedos de los pies para colocar las piernas perpendiculares al suelo.
- En una nueva exhalación acerca el tronco todo lo que puedas a las piernas y la cabeza a las rodillas.
- Coloca las manos a los lados de las piernas con las palmas apoyadas en el suelo.
- Mantén la postura durante un minuto respirando profundamente.
- Inhalando deshaz la postura recorriendo el camino inverso.
RECOMENDACIONES PARA PRACTICAR LA POSTURA UTTANASANA
- Estírate hacia arriba en la posición inicial para comenzar el estiramiento axial desde el principio.
- Mantén durante toda la postura las piernas bien extendidas, aunque esto suponga retroceder un poco en la flexión.
- Comienza a flexionar el tronco desde la pelvis, orientando el coxis hacia atrás y los glúteos hacia arriba. Evita empezar la flexión en las lumbares.
- Es posible que tu cuerpo no tenga suficiente flexibilidad como para formar la postura completa. La cabeza no llega a las rodillas, ni las manos al suelo. Aún así, tu cuerpo trabaja y recibe todos los beneficios de Uttanasana. Y recuerda que con constancia y la práctica correcta poco a poco ganarás elasticidad y tu postura mejorará.
BENEFICIOS DE LA POSTURA UTTANASANA
- La postura Uttanasana produce un profundo masaje en los órganos abdominales, mejorando sus funciones.
- Favorece la digestión.
- Estira poderosamente toda la musculatura posterior del cuerpo, espalda, glúteos y piernas.
- La postura Uttanasana incrementa el riego sanguíneo a la cabeza.
- Tonifica los nervios ciáticos.
- Mejora la capacidad de concentración e interiorización.
- La postura Uttanasana tiene un efecto sedante sobre el sistema nervioso.
Para practicar la postura Uttanasana y muchas con la guía de un profesional, únete a Gaia y comienza a hacer yoga en casa con nuestras prácticas guiadas.
6 Claves para hacer Kakasana
Las posturas de equilibrio sobre brazos para todo practicante de yoga suponen un gran reto que afrontar. En este artículo os contamos en detalle la postura del cuervo o Kakasana de la que hoy vamos a ver todas las claves para realizarla bien, paso a paso, hasta conseguir dominarla.
Es importante que recordemos que las posturas que más nos asustan o resisten son en las que más amor, compasión y paciencia debemos poner, siendo conscientes de que la postura final que alcancemos en cada práctica es la postura más perfecta que hay, porque es la respuesta de cómo se encuentra nuestro cuerpo en ese preciso momento, siendo ahí donde aceptamos con cariño nuestros límites.
Recordadas estas pautas esenciales para afrontar una postura de equilibrio, veamos las claves concretas para realizar Kakasana:
1º Podemos empezar desde la postura del perro boca abajo ( Adho Mucka Svanasana) para sentir la energía de los brazos, y desde ahí nos colocamos en cuclillas con las manos en el suelo, alineadas con los hombros, a unos 25 cm de los pies, separando bien los dedos, para establecer una base segura.
2º Colocamos las rodillas sobre los codos. Cuando ya están colocadas, vamos dejando caer el peso del cuerpo hacia delante.
*En este punto podemos facilitarlo trasladando el peso desde atrás hacia delante, desde los dedos de los pies a las palmas de las manos, como si nos balanceáramos.
3º No debemos estirar los brazos. Hemos de aprender a mantener el equilibrio corporal con los codos flexionados, y para ello, podemos ayudarnos de unos bloques bajo las manos.
4º Ahora, cuando ya empezamos a despegar los pies del suelo, hemos de crear estabilidad llevando el rostro hacia delante. Confiamos en el apoyo de los brazos.
5º Llevamos nuestra mirada hacia la punta de la nariz para lograr que la mente se calme, perdamos el miedo y nos ayude a concentrarnos mejor.
6º Si ya hemos conseguido sostener la postura durante un par de respiraciones pero nos caemos, tranquilamente lo podemos volver a intentar hasta lograr llegar a cinco o seis respiraciones. Si estamos muy fatigados, ese será el momento en el que debemos ser honrados y permitirnos un respiro hasta la próxima práctica.
Mucho ánimo y paciencia, con constancia todo es posible. Os proponemos esta práctica guiada por nuestra profesora Rina Jakubowicz donde nos acompaña, paso a paso, para enseñarnos Kakasana.
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