Yoga para embarazadas
Podemos asegurar que la base de una buena salud física comienza en el útero, con los cuidados que la mamá tiene para consigo misma y en consecuencia, para su bebé. Está demostrado que las personas tenemos un recuerdo interior de experiencias vividas en el útero, nacimiento y primera infancia. No se trata de recuerdos conscientes, sino una especie de impresión en la psique o memoria celular que nos acompaña durante toda la vida. También se ha demostrado que esta fase primaria de vida intrauterina es fundamental en nuestro desarrollo emocional. De todo esto se intuye la importancia de cuidar tu salud tanto física como emocional cuando estás embarazada. El yoga para embarazadas te puede ayudar en esta tarea tan delicada: cuidar de ti y de tu bebé.
Uno de los beneficios más importantes que encontrarás en el yoga prenatal es que te ayudará a conectar y concentrarte en tu embarazo de manera más profunda, y a tomar conciencia del pequeño ser que crece en tu interior. Esto es especialmente importante si trabajas muchas horas, tienes hijos mayores o llevas un ritmo de vida estresante. Practicar yoga durante el embarazo no sólo te beneficia a ti, sino también a tu bebé, y al niño y adulto en el que se convertirá.
La práctica habitual de yoga aumenta la conciencia corporal, lo que te ayudará a reconocer y aceptar amablemente los cambios físicos, hormonales y emocionales que se irán produciendo a lo largo de los nueve meses de embarazo; por no hablar de la gran transformación que se produce una vez que ha nacido tu hijo, pasarás de ser una mujer a ser una madre, o como dice Laura Gutman una mamá-bebe, es decir dos seres fusionados e íntimamente relacionados que se necesitan para ser lo que son.
Traer al mundo una vida nueva es un esfuerzo físico enorme. Es muy importante prepararse para el parto tanto física como emocionalmente. El yoga es una forma estupenda de hacerlo ya que es altamente efectivo, agradable, y no resulta agotador. Los beneficios físicos que encontrarás si decides practicar yoga para embarazadas son los siguientes:
- Alivio de las molestias que pueden tener lugar durante el embarazo, tales como dolor de espalda, estreñimiento, piernas cansadas, varices, ciática, fatiga…
- Fortalecimiento de toda la musculatura corporal, y en especial los músculos que sostienen la columna vertebral y el abdomen, ayudando así a sostener el peso del bebe de manera correcta y saludable.
- Mayor flexibilidad en todas las articulaciones del cuerpo, haciendo hincapié en la pelvis, para favorecer su apertura durante todo el embarazo y el trabajo de parto.
- Mejora de la circulación sanguínea, que a causa del aumento de peso y del volumen sanguíneo se ve ralentizada, causando hinchazón en piernas, tobillos y pies, pudiendo ser doloroso en muchos casos y llegando a causar varices.
- Regulación de la secreción hormonal en general, y en particular aumento de endorfinas en el cerebro (las llamadas hormonas del placer y la felicidad, que afectan en la percepción del dolor).
- El yoga te enseña a respirar naturalmente, al mismo tiempo que relajas las tensiones de tu cuerpo. Este aprendizaje te resultará de gran ayuda durante el parto, te servirá para relajar los músculos de la región pelviana conscientemente y así reducir el dolor en las contracciones.
La práctica de yoga de manera consciente y continuada también te aportará beneficios emocionales. Al dirigir tu atención hacia dentro, crearás un espacio para observar tus pensamientos y emociones. Esos pensamientos pueden ser agradables y aportarte momentos de plenitud y gran felicidad, o puedes experimentar momentos de vacilación, temor o inseguridad. Todos son perfectamente normales y deben ser bienvenidos. El yoga tranquiliza la mente, y devuelve la atención a tu cuerpo y respiración. En definitiva, al momento presente, aportando consciencia y ecuanimidad ante tus emociones.
En Gaia disponemos de un amplio catálogo de yoga para embarazadas, puedes acceder a ellas en nuestra página de yoga para el embarazo.
La práctica de Yoga
Desde el punto de vista del yoga una mente en calma es sinónimo de una vida plena y feliz. Lo contrario a una mente calmada es una mente que hace lo que quiere, que no solo no es libre, sino que va creando el caos que corresponde a que los pensamientos no útiles se cuelen en cualquier momento, cuando menos falta hacen y sin que decidamos hacerlo (o nos demos cuenta). Es decir, una mente que decide por nosotros.
Poner una mente en continuo movimiento a favor implica desarrollar la capacidad de detenerla a ratitos, colocarla en un objeto durante un tiempo e ir alargando esos periodos de tiempo de manera gradual, es decir, crear concentración. Solo desde ahí podemos usar la mente para algo positivo.
Pero ¿cómo lo hacemos? ¿cómo tomamos el control de la mente? ¿cómo ponemos nuestra mente a favor? . La práctica de yoga nos puede ayudar a conseguirlo.
Los textos antiguos definen yoga como:
- Concentración y habilidad para colocar la mente en el punto que escojamos
- Algún tipo unión: cuerpo – mente – espíritu, de nuestra esencia con la esencia universal
El trabajo del yoga implica:
- Lograr un cierto nivel de control en el cuerpo físico de manera que las funciones fisiológicas trabajen en armonía a través de asana.
- Calmar el sistema nervioso a través de la respiración.
- Entrenamiento mental de forma que aprendamos a tener cierto dominio sobre la mente, sobre lo que hace y cómo direccionarla sin distracción a través de la meditación.
Un verso del siglo XIV del Hatha Yoga Pradipika dice: “Entre las prácticas de hatha yoga, asana se dice es la primera práctica, puesto que proporciona estabilidad, libera de las enfermedades y da ligereza al cuerpo”
Para el yoga nuestro cuerpo es una manifestación de nuestra mente. Pensamientos, emociones, sentimientos son almacenados y expresadas a través de nuestro cuerpo. Órganos, patrones de pensamiento y temperamento están interconectados. Cuando trabajamos con el cuerpo, también lo hacemos con la mente, el corazón y las emociones, todo al mismo tiempo.
Este verso indica que no hay separación entre cuerpo y mente ya que la práctica de asana beneficia al cuerpo, la mente y el sistema nervioso al mismo tiempo.
La práctica de yoga implica emprender una actividad desde la cual podemos empezar a hacer cambios positivos para nosotros mismos. Según los textos clásicos, Yoga Sutras de Patanjali, la práctica busca esencialmente tomar el control de tu mente, pero empezamos por tomar el control del cuerpo a través de asana porque es más sencillo acceder a lo físico (es tangible, lo vemos y experimentamos) que a lo mental. Sin embargo, y como hemos visto antes, dado que mente, cuerpo y espíritu son uno, cada una de estas áreas tendrá su efecto en las demás.
Te compartimos gratis esta meditación “Aquí y ahora”. Regresa al presente con esta breve meditación de 5 minutos guiada por Almudena Sánchez. Vive este momento presente, siente tus sensaciones y pensamientos. Tú eres libre. Descansa en la presencia.
Continúa…
El camino del yoga es tan fascinante como desafiante. Los textos también nos recuerdan que pongamos atención ya que hay ciertos elementos que indudablemente nos vamos a encontrar trabajando en nuestra contra a lo largo del proceso:
Cinco obstáculos: ignorancia (de no saber quién soy), ego (el personaje que voy creando en torno a mi narrativa personal), atracción, aversión, miedo a morir (en sentido figurado y literal). Son los denominados Kleshas o causas de sufrimiento que a su vez producen:
Nueve distracciones: enfermedad, apatía, duda, descuido, pereza, deseo, confusión o conocimiento erróneo, desilusión (pérdida de lo ganado) y pérdida de confianza. Estos impedimentos se hacen visibles en:
Cuatro síntomas: respiración agitada, temblor, depresión, agresión interna hacia nosotros mismos.
También señala que si trabajamos en el darnos cuenta de que no somos las perturbaciones de la superficie (las fluctuaciones mentales) poco a poco podremos superar los obstáculos y las distracciones y empezar así a vislumbrar lo que hay detrás dejando de confundir las perturbaciones con lo que es: el verdadero Ser, el que ve Svarupa= observador , nuestra naturaleza esencial y real.
Las prácticas nos ayudan a posicionar la mente de forma adecuada ante lo que se va presentando y de forma gradual ir cambiando la percepción de lo que se nos presenta. El testigo o el observador solo mira la realidad cambiante, y en ese espacio, en la distancia entre el observador y lo que sucede nace el discernimiento: de estar perdido en el cambio a ser consciente del cambio: si somos conscientes de ello no nos vemos perdidos en ello.
Las distracciones producto de los obstáculos son constantes pero la decisión de trabajar con ellas depende de nosotros. Si la felicidad y el significado son importantes para nosotros tenemos que hacer algo con el vehículo que nos lleva a través de nuestras vidas: mente, cuerpo, sistema nervioso y todas las emociones y facultades que lo acompañan, ahí nos ayuda el trabajo del yoga.
Según Hariharananda el estado natural de nuestra mente es el bienestar. Si solo nos relajamos y dejamos que la mente se calme podemos tocar ese estado natural y de esta forma cuanto más establecemos una relación con ese estado natural más se convierte en el rasgo de carácter subyacente de nuestra mente. Lo que encubre ese rasgo natural de bienestar es pensar demasiado, la velocidad de los pensamientos, las preocupaciones, ansiedad, ambición, enfado, ira, codicia, pereza. El trabajo de la práctica consiste en ralentizar e ir eliminando todas esos elementos de manera que la bondad y la luz están se manifiesten.
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Te compartimos el trailer de esta clase de yoga para principiantes disponible en Gaia. Tras tomar conciencia de tu cuerpo y tu mente, continuamos construyendo tu base. En la clase de yoga de hoy prestaremos especial atención a establecer una estructura estable desde tus pies y tus piernas para, que desde ahí, te puedas dirigir con seguridad hacia donde desees.
Por su parte, en los Yoga Sutras se define práctica como el esfuerzo por mantener una mente estable, en calma
1.13: tatra sthitau yatno ́bhyasah
De éstos, la práctica es el esfuerzo mantenido para llegar a obtener estabilidad y calma
tatra: de estos dos (mencionados en el sutra anterior 1.12 abhyāsa-vairāgyabhyam tan nirodhaḥ “Se requieren tanto la práctica como la no reacción para detener los patrones de la consciencia” por eso dice “de estos”)
sthiti: firme, tranquilo, permanente (duradero, perdurable)
yatna: esfuerzo
abhyasa: práctica
sthitau comparte la misma raíz (origen) que la palabra en ingles «steady»
abhyasa es la práctica (de las 8 ramas, las cuales están enfocadas en lograr el estado de yoga)
Es muy difícil ganarle la batalla a la mente y extremadamente fácil perder todo es trocito de camino que llevamos recorrido. Por eso todo este trabajo, esta práctica, requiere de tiempo, mucho tiempo, mantenido sin interrupción nos dicen los textos para que se resuelva con éxito.
Si somos conscientes de que las distracciones son continuas pero que la decisión de estar ahí es nuestra porque vemos, sentimos y experimentamos que merece la pena a través de los momentos en los que entramos en contacto con nuestro estado de bienestar natural, la transformación es posible.
“Observar lo que sientes en lugar de sentirte arrastrado por ello es un intenso ejercicio espiritual que transmuta los dolores del pasado. Una vez aprendido el principio básico de mantenerse presente como observador de lo que ocurre dentro de ti tienes a tu disposición la más potente herramienta de transformación” Eckhart Tolle
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Te compartimos esta práctica creada para ayudarte a encontrar tu equilibrio corporal y emocional a través de un recorrido por tu cuerpo y tu mente. Para ello, comenzaremos midiendo tu respiración e intenciones, para después pasar hacia un flow centrado en hallar tu balance interno y externo.