Yoga para niños – Niños más sanos y felices
Yoga para niños – Niños más sanos y felices
By: Delia Hernández | Nov. 28, 2016
Cuántas veces hemos oído decir “Los niños y niñas son el futuro”, “Debemos educar a nuestro niños/as para el futuro”, “El futuro está en manos de los niños”. Futuro, futuro… ¿y el presente? ¿Cuántas veces oímos decir los niños y niñas son el presente? ¡Lo son!
El presente es lo realmente importante. Nosotros como adultos, tenemos la posibilidad de ofrecerles las mejores herramientas, recursos y opciones de vida que les permita crecer en un entorno saludable, positivo, afectivo, bondadoso, que les ayude a crecer y desarrollarse como grandes personas, que les haga ser felices.
Vamos a pensar por un momento en el estilo de vida presente de nuestros peques… un día cualquiera en la vida de un niño/a, no está libre de un ambiente de total distracción, numerosos estímulos, estrés, multitareas… falta de emociones bien gestionadas, dificultad en el aprendizaje…
Intentemos crear y facilitar el mejor presente para nuestros niños y niñas.
El Yoga, es una de esas herramientas que puede crear un mejor presente (y futuro) para el niño o la niña. El Yoga es una gran opción que les permite a los niños/as sentir, expresar, descubrir, crear, experimentar, crecer, soñar… vivir un presente maravilloso y preparar un bonito camino para el futuro!
Ya hemos leído en numerosas ocasiones la cantidad de beneficios que el Yoga aporta a los niños y niñas, y no podemos obviarlo…
Sabemos que disminuye el estrés y la ansiedad infantil, que mejora los hábitos posturales, la flexibilidad en los músculos y articulaciones, favorece la agilidad, la coordinación y el equilibrio, estimula y fortalece nuestro organismo… y además, las clases de Yoga para niños/as:
Son un espacio de enriquecimiento y autoconocimiento que ayudan a los niños a crecer de forma consciente, dándose cuenta de qué les hace sentir bien o mal aprendiendo desde su experiencia. Sabiendo escuchar y equilibrar su cuerpo, su mente y su corazón.
“Antes no sabía qué hacer cuando me ponía nerviosa o tenía miedo,
las clases de Yoga me ha enseñado a respirar”. Natalia, 11 años
Les hace ser mejores personas, les enseña una forma de vida y unos valores de respeto hacia él mismo y hacia los demás, de gratitud, de tolerancia, de amor, solidaridad…
Favorece estados y pensamientos positivos, hábitos saludables, equilibrio emocional y psicológico, lo que permite un mayor bienestar y mejor calidad de vida.
Todo ello siempre, a través del juego y la diversión, viviendo experiencias únicas adaptadas a su crecimiento y desarrollo. Viajando a través de su mente a bosques encantados, a selvas llenas de animales, a las profundidades del océano…, cantando, dibujando sus emociones, expresando con su cuerpo…
“Para mí el yoga es muy divertido, hacemos teatro con posturas, juegos…
me lo paso muy bien!” , Paula, 7 años
Los niños y niñas que practican Yoga sin duda, viven su presente más sanos y más felices!
¿Y… por qué no aprovechar todas las ventajas que nos ofrece el Yoga, y poder vivirlas y disfrutarlas, adultos y niños juntos?
Puedes ver las clases de yoga para niños de Delia Hernández en este enlace.
Claves de una secuencia de Vinyasa
Cuando asistimos a una clase de yoga nos dejamos guiar por el profesor sin cuestionarnos el orden, o el por qué, de la secuencia de asanas que vamos a realizar. Damos por sentado que tendrá un sentido específico, además del motivo inspiracional que se proponga y que será muy beneficioso para nuestra salud.
Efectivamente esa es la mejor actitud a la hora de afrontar una práctica, ya que el yoga no es un ejercicio de racionalidad, sino una vivencia personal en la ejecución de asanas como camino hacia el autoconocimiento, entre otros enfoques que se le puede dar.
Sin embargo, a todos aquellos que tenéis interés en aprender más sobre esta bonita disciplina, os gustará conocer con mayor profundidad el esquema y la intención a seguir cuando se traza una secuencia de Vinyasa Krama.
Para introducirte con más detalle en el Vinyasa, puedes leer el primer post que escribí para Aomm.tv, donde conocerás la esencia de este método. Recordemos también que el Vinyasa es un estilo de Yoga dinámico cuya base consiste en enlazar las posturas con la respiración poniéndolas en movimiento.
También nos referimos a Vinyasa para describir un flujo de asanas enlazadas que se practica entre posturas para generar movimiento y energía durante la práctica. Son una variación de Surya Namaskar, o Saludos al sol, aunque existen más de cien combinaciones diferentes que se aplican en función de la destreza del practicante.
Vinyasa Krama plantea un sistema lógico pero intuitivo en el diseño de una secuencia. Cabe destacar que una de las maravillas de este estilo es lo ampliamente creativo que resulta tanto para profesores, como para estudiantes. No hay una clase igual a la anterior y se trabajan siempre diferentes aspectos. Si el objetivo es el mismo, cambiará el abordaje.
Pondré un ejemplo para que se entienda mejor:
Una clase de Vinyasa puede tener el propósito de mejorar posturas de extensión; otra clase puede consistir en la apertura de cadera; y otra en fortalecer el abdomen como centro energético etc.
Pero también se puede escoger una finalidad mensual, como “el equilibrio”, y hacer un trabajo de exploración de esa cualidad a lo largo de las clases, pero practicando una secuencia nueva cada vez.
Partiendo de ese principio, la elección de asanas nunca es aleatoria. Cada postura prepara el cuerpo para la siguiente en progresión hacia la postura de mayor dificultad de la serie y que representa el objetivo, tanto físico como mental, escogido. Se va de menos a más hasta alcanzar la “postura cumbre”, que además suele tener la estimulante connotación de desafío.
Una vez pasado ese punto álgido, la práctica comienza a descender en intensidad y dificultad, para a evolucionar hacia la relajación y la meditación.
El dibujo de una clase de Vinyaya sería entonces como el de una montaña, una gran subida para llegar a la cima y un descenso amable para recuperarnos.
Ahora que conoces mejor la anatomía del Vinyasa, te invito a empezar a percibir en las clases la progresión y a observar qué sensaciones te aporta en tu propia práctica.
Namaste.