Yoga restaurativo para el verano
Yoga restaurativo para el verano
By: Igor de Gracia | Jul. 18, 2016
Este artículo escrito por Igor de Gracia, apareció publicado en la revista Yoga Journal el mes de mayo de 2015 dentro de la colaboración mensual que Aomm.tv hace con esta revista especializada de yoga. Ahora lo publicamos en nuestro blog ya que nos resulta especialmente interesante practicar yoga restaurativo durante el verano, debido a que calma el sistema nervioso y baja la temperatura corporal, entre otros beneficios.
Calma el sistema nervioso y reduce el estrés
En la práctica que te ofrecemos este mes te invitamos a descubrir y profundizar en el Yoga Restaurativo, incluye una serie de posturas de descanso que calman el sistema nervioso y ayudan a mitigar el estrés. Las posturas tumbadas inducen la relajación de nuestro sistema nervioso y llevando equilibrio al cuerpo. Esta práctica también es adecuada para recuperarse en caso de agotamiento o fatiga y para experimentar estados profundos de relajación. Para realizar la práctica necesitas 5 mantas, una cinta y bloques. En caso de sentir frío, puedes cubrirte con una manta adicional. Simplemente hay que dejarse llevar por las instrucciones precisas de nuestro profesor Igor de Gracia.
Puedes ver la práctica completa en este enlace.
YOGA RESTAURATIVO PARA EL VERANO
Una sesión de Yoga con posturas restaurativas tiene como finalidad, encontrar esa fuente inagotable de tranquilidad que generamos en nuestro interior y experimentamos sus efectos más tarde, al igual que un fruto maduro esparce su dulce néctar sobre sí mismo.
La creciente necesidad de un estilo de vida saludable hace que tengamos una persistente búsqueda por un estado de paz a veces esquivo. El Yoga Restaurativo ha demostrado ser una herramienta tremendamente eficaz para este propósito donde establecerse y ahondar en el Ser, es la manera más directa.
Posturas supinas e invertidas como Supta Baddha Konasana , Setu Bandha Sarvangasana , Viparita Karani y Savasana, son utilizadas como plataforma a través de las cuales las tensiones desaparecen del cuerpo y nuevos espacios, sutiles generadores de vida, son asimilados por el propio organismo.
En estas posturas se utilizan mantas como soportes para la parte posterior del cuerpo y en otras partes que necesiten la altura o el descanso, en forma de apoyo . Estos apoyos son fundamentales para la expansión y ligereza que procuramos buscar en zonas cómo: la pelvis, la cavidad abdominal y torácica, la garganta, el cerebro…
Las asanas mantenidas así, en períodos más largos, entre 5 a 10 minutos o más, cada una de ellas es fundamental para lograr restablecer ese estado de bienestar profundo que todos buscamos, donde el factor tiempo es clave. El individuo encuentra la calma a través del acoplamiento correcto y permanencia en la postura.
Estas posturas son muy beneficiosas en casos de:
-Insomnio, fatiga, stress, hipertensión, ansiedad, poca energía. También en el embarazo, ansiedad, asma y enfermedades relacionadas con el sistema cardíaco, digestivo y nervioso han demostrado su inmensa valía. Los sistemas respiratorio y circulatorio también se favorecen desde la pasividad o posición relajante. Además regulan la actividad de las glándulas endocrinas secretoras de hormonas cuya disposición coincide aproximadamente con los centros energéticos.
-Trabajan profundamente el sistema nervioso parasimpático (el ritmo de la respiración , latidos cardíacos y presión sanguínea que disminuyen en gran medida ). Sus efectos positivos son: la disminución de actividad y un aporte de relajación que inducen a una mayor predisposición para un sueño reparador.
-La respiración como técnica o ingrediente importante para relajarse, ha de ser suave con tendencia a la lentitud y la profundidad. Esto es esencial en cada postura o posición de yoga. Es a través de este tipo de respiración o soplo de aire vital, cuando uno logra y vive en ese trasfondo de tranquilidad o silencio permanente.
-Combinando la posición, la ayuda de los soportes facilitan que el cuerpo esté abierto y, a la vez, en descanso; todo ello unido a la fluidez de la atención acunada por la respiración, nos abre la puerta invisible a la inmensidad de la existencia.
Alimentación en otoño-Nutrición inteligente
Nutrición inteligente: “come lo que la naturaleza te da”
Es innegable que el escenario ha cambiado. En el campo todo comenzó un poco antes, cuando aún estabas rascando días al verano, las cosechas empezaban a dar sus frutos y maduraban alimentos maravillosos listos para aportarte todo aquello que necesitas ahora para afrontar el cambio estacional.
El otoño es una época de reajustes y reflexión, donde se hace esencial crear equilibrio después de la distensión de los meses estivales, que por lo común, son algo desordenados tanto en horarios como en las comidas.
Debemos restaurar ese equilibrio en todas las facetas y cuando se trata de salud, la alimentación tiene un roll de suma importancia.
Lo que comes es el combustible de tu cuerpo y de la calidad de los alimentos que tomas dependerán tus niveles de energía y que tu salud se mantenga en plena forma.
Cada estación caigo fascinada una y otra vez ante lo que la tierra nos ofrece, porque tomar alimentos estacionales es una manera sencilla, lógica, e intuitiva de vivir en consonancia con la naturaleza y además de un modo más sostenible.
Todo lo que encontramos ahora en la huerta está destinado a fortalecer aquellos sistemas de tu cuerpo que se ven más comprometidos en las estaciones frías: el sistema respiratorio, el circulatorio y el inmune.
Verás que en el mercado también ha cambiado el decorado. Dejamos atrás la piña, la sandía y el melón, para dar paso a la granada, los cítricos y a un montón de frutas y verduras deliciosas.
La pequeña guía de alimentos que verás a continuación, te orientará sobre lo que debes añadir a tu despensa, sus propiedades y beneficios, para que aproveches al máximo los regalos del otoño, viendo cómo rápidamente tu cuerpo se fortalece, estás de mejor ánimo y te sientes en mayor armonía con todo.
Ni que decir tiene que además es un placer si te gusta mínimamente la cocina.
Frutas para fortalecer el sistema inmunológico:
– Limón: contiene altas dosis de vitamina C, mejora la circulación y es un gran antioxidante, además de tener un enorme efecto detox.
– Higos: llenos de fibra, minerales y vitamina B, son un auténtico antidepresivo.
– Granadas: tienen mucha fibra y sus antioxidantes son un gran anticancerígeno.
– Uvas: son una fuente de hierro, fósforo, vitaminas y es una fruta antifatiga.
– Kiwis, peras, manzanas y naranjas, Son frutas que se venden durante todo el año, pero la época propia es el otoño, así que merece la pena comerlas ahora porque son de mayor calidad y tienen un sabor y aroma más intenso.
Súper verduras:
Es momento de llenar la nevera de rábanos, nabos, col, coles de bruselas, brócoli, cebollas, puerros, calabaza, espinacas, escarola, coliflor y cardo, entre otras.
Todas ellas tienen en común la presencia de fibra, vitaminas, elementos antioxidantes de gran valor nutricional y como extra, nos ofrecen todo un abanico de sabores para enriquecer nuestra alimentación. Muchas de ellas, como el brécol o la cebolla, son consideradas anticancerígenas.
Para el sistema respiratorio y circulatorio:
– El limón: nos aporta vitamina C, que ayuda a combatir los virus, mejora la circulación y alcaliniza la sangre, aportando una condición de salud a la misma.
– El ajo: es un antibacteriano natural cuya fama medicinal es irrebatible, fluidifica la sangre, es antifúngico y antiviral, ideal para combatir catarros.
– La cebolla: es expectorante y antiinflamatoria, tiene propiedades antibióticas y es anticancerígena.
– Jengibre: es la raíz mágica, ayuda a entrar en calor, perfecto para personas con manos y pies fríos. Previene y ayuda a combatir los síntomas de la gripe y los resfriados y lo puedes combinar con limón.
Delicias extra:
Por último, auténticas delicias para el paladar de otoño, tenemos dos alimentos estrella, las castañas y las setas.
– La castaña: es un carbohidrato de excelente calidad pese a la fama que tiene de engordar, nos aporta energía, sacia y es rica en potasio.
– Setas: la variedad es magnífica y además de la paleta de sabores que nos ofrece, son fuente de proteínas vegetales, minerales como fósforo, hierro y potasio, de oligoelementos y estimulan las funciones nerviosas y cerebrales.